Holanda, Holanda, que decir de Holanda…. Una vez más, las oficinas donde pasé tres meses se encontraban en medio de ninguna parte, en un pueblo, más bien zona de oficinas, llamada Schpihol-Rijk, a 10 minutos en autobús del aeropuerto de Schiphol, uno de los mayores y más transitados de Europa. Puedo dar fe de ello, por las varias carreras de 1.500 metros lisos que he corrido allí esquivando a otros pasajeros. Eso sí, con maleta, ordenador, americana, jersey y zapatos.
Ayyyy (suspiro), viajar es maravilloso.
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Schpihol-Rijk |
Amsterdam es una ciudad muy…. Ahh si estuve solo un día cenando, tanto trabajar, es lo que tiene. Lo que vi, bastante bien eso sí. Callecitas y casitas muy monas y mucho ambiente por la calle y los bares.
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Típico canal holandés |
El resto del tiempo lo pase en uno más de mis bucles sin fin oficina-hotel-oficina-hotel, etc. Eso sí, este fue seguramente uno de los peores y más estrictos. El único disfrute, a parte de compartir alguna cena y cerveza con los compañeros viendo el futbol, era ver aterrizar y despegar los aviones de Schiphol y contemplar las verdes y planas praderas de Holanda.
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Trabajando en Holanda |
Los habitantes de este pequeño país son una gente muy correcta y educada y tienen una filosofía de vida bastante sana. Tienen muy claro el equilibrio entre vida personal y profesional, se van a casa a las 5 en punto, pase lo que pase. Para quedarnos hasta las 9 ya estamos los españoles desplazados. Eso es algo en lo que debemos aprender de ellos. En la mayoría de trabajos acabas haciendo lo mismo saliendo a tu hora que tres horas más tarde. Por ahí viene el famoso temita de la baja productividad española.
Los holandeses tienen una manera de ser particular, con sus hábitos y costumbres como todo el mundo, y están orgullosos de ello. Hay un libro muy conocido, 'The Undutchables' (Los 'Desholandesables'), con ya varias actualizaciones en los que se explica ampliamente el carácter holandés.
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Típico molino holandés |
Algo que merece mención especial es la comida. Holanda es un país, el único que he conocido, sin aparente comida típica. Su alimentación se basa en sopas de sobre, sándwiches de diverso pelaje con pan de todos los colores y semillas y chocolatinas y caramelos multicolores. Son de esos países en que comen por sobrevivir, delante del ordenador y en 5 minutos. Lo curioso de este caso es, como decía antes, que parecen orgullosos de ello. Para un español, acostumbrado a nuestra buena comida y a que nos reconozcan por ella, es difícil imaginar pasarse la vida alimentándose así. O a mi me lo parece vamos. No defiendo las 2 horas para comer de toda la vida en España (menú, copa, puro y mus) pero un pequeño peréntesis para comer decentemente y desconectar creo que es necesario.
En fin, otro país que estará bien ‘pal que le guste’ y que tiene alguna lección que darnos pero yo, mientras pueda, unos días por allí y de vuelta a casa.